¿Cual es la diferencia?, ¿es bueno o malo realizarla?
Comúnmente, todos asociamos “fumigar” con la actividad de eliminar a los insectos, esto no es correcto.
La fumigación implica realizar con humo, gas o vapores, con algún agente químico que recibe el nombre de fumigante, usándose como método de control de plagas.
Control de plagas: se refiere a la regulación de algunas especies referidas como plagas, a estas especies se les nombra cuando afectan la salud de las personas, la economía y/o la ecología. Las más comunes son: los mosquitos, moscas, cucarachas, termitas, roedores, pulgas y garrapatas.
Aspersión: método mediante el cual se esparce pequeña gotas de plaguicida bien sea concentrado emulsionable, polvo mojable, concentrado soluble o micro encapsulado. Permite el control del producto aplicado, salvaguardando así las superficies de contacto. Este método es el más efectivo y usados por la mayoria de empresas de fumigación.
Gel: viene en una jeringa y es un revolucionario método para el combate y control total de las cucarachas. Puede aplicar el gel de manera muy práctica en todos los lugares donde creas que hay cucarachas y por donde ellas puedan pasar. Una vez aplicado, su poder residual permite seguir matando en forma continua.
Nebulización: los nebulizadores en frío crean micro partículas a base de presión, lo cual le da la ventaja de tener mayor residualidad, es decir el efecto del producto aplicado dura más tiempo que cuando se aplica con un termonebulizador; como trabaja en frío, no altera la composición del producto que aplica, el calor puede afectar a algunos insecticidas o fungicidas.
Termonebulización: los termonebulizadores crean una niebla utilizando calor, esto les da la ventaja de hacer una aplicación más rápido y el humo puede penetrar mejor en cualquier espacio.
Fuente: https://www.eficontroldeplagas.com/fumigacion-control-plagas/, modificado.